Hacer cerveza artesanal no es complicado, pero sí es un proceso metódico y muy controlado.
Para poder obtener un buen producto requerirás de instrumentos específicos, que son infaltables para obtener una cerveza artesanal de calidad, los cuales te enlistamos más adelante.
Es importante que consideres que la cerveza artesanal que hagas en tu primer intento o en el número 20, puede que no sea lo que esperas.
Este es un proceso de prueba y error, así como de aprendizaje constante, algo que no te dicen muchas fuentes de información, así que prepárate para practicar e intentar hasta lograr tu objetivo.
¿Qué necesito para hacer cerveza artesanal?
Para iniciar de manera doméstica, un kit de cerveza artesanal puede ser suficiente; hay de varios tipos y calidades, y algunos ya te incluyen accesorios extra.
Un kit de cerveza artesanal básico puede contener:
- Termómetro
- Densímetro
- Recipientes para fermentación
- Airlock
Además de lo anterior requerirás:
- Un hervidor
- Embudo y manguera
- Enfriador de mosto
Ingredientes para hacer una cerveza artesanal
Necesitas agua purificada, esta influye en la calidad de la cerveza.
Levadura, es necesaria para la fermentación en el proceso de creación de alcohol y dióxido de carbono.
Maltas o granos, que le darán una parte del sabor y que alimentarán a la levadura. Los más comunes son la cebada, el trigo, el centeno, la avena, el arroz y el maíz.
Las cerveceras industriales usan mayormente arroz y maíz para bajar costos.
Lúpulos que aportan sabor y dulzor.
Nota: algunos kits vienen con los ingredientes y la receta para hacer cierto tipo de cerveza artesanal, de lo contrario debes buscar las instrucciones específicas para la que quieres fabricar.
¿Cómo hacer cerveza artesanal?
Para hacer la cerveza artesanal todo debe estar extremadamente limpio en cada proceso, de lo contrario los contaminantes pueden afectar el resultado final del producto.
Debes seguir los siguientes pasos:
Primero: elige el tipo de malta o maltas de tu preferencia, así como su tostado, ya que de este depende el tono más oscuro o claro de la cerveza artesanal.
Segundo: muele la malta, no para hacer harina, sino para romper el grano y mejorar su rendimiento.
Tercero: ahora toca el proceso del macerado, que es como hacer té en agua caliente. Esta debe estar entre los 65°C y 70°C, a la que se añade la malta molida. Se deja de una hora a 1 hora y media para que se genere el mosto de la cerveza, que es la liberación del sabor y los azúcares.
Después de este tiempo se debe filtrar haciendo todo lo posible para que solo pase el mosto, sin ninguna partícula de la malta.
Cuarto: una vez hecho el filtrado, el mosto se deja hervir por una hora. Los 15 minutos previos a terminar el hervor se añade el lúpulo, que aporta aroma y amargor. Mientras este hierve, hay que retirar la espuma que se llega a producir de manera constante, para evitar sabores no deseados y obtener una cerveza más clara.
Quinto: ya que pasó el tiempo de hervor y que se retiró la espuma, el mosto se debe enfriar lo más rápido posible, lo cual puedes lograr metiendo la olla en una tina con hielo. Dependiendo del tipo de cerveza que quieras hacer, así deberá ser la temperatura que debe mantener.
Una vez alcanzada la temperatura adecuada, se filtra el lúpulo en el fermentador. Se agita un poco el mosto para que tenga oxígeno y se añade la levadura. Después se cierra el fermentador, usando el airlock que permite la salida del dióxido de carbono y evita que entre aire.
Sexto: inicia el proceso de fermentación de la cerveza artesanal, que dura un promedio de siete días. Dependiendo del tipo de cerveza artesanal que quieres lograr, puede llegar a necesitar una segunda o tercera fermentación. Una vez terminado este proceso, se debe vaciar la cerveza en botellas limpias y desinfectadas, aplicando un último filtro lo más fino posible, para evitar que pase cualquier tipo de residuo.
Séptimo: se debe estabilizar la cerveza artesanal, lo cual se realiza una vez que está embotellada. Se deja madurar por el tiempo que requiera el tipo de cerveza artesanal que quieras lograr, para estabilizar los aromas y los sabores.
Una vez madurada la cerveza artesanal, es hora de meterla al refri y disfrutar de tu creación.
Como puedes leer, hacer cerveza artesanal no es complejo durante el proceso, pero sí en cuanto a los tiempos, las maltas y la calidad de insumos. Estos hacen que alcance su máximo estándar, y una vez lograda la maestría en su proceso, puedes darle tu toque personal para obtener una cerveza artesanal única.