Sus principales componentes son la cebada que debe ser germinada, secada y tostada, el  lúpulo encargado del aroma amargo, la levadura que permite su fermentación y el agua debe ser pura, estéril y potable. Es perfecta para acompañar las comidas por su sabor amargo y el contenido carbónico, además de propiedades medicinales por ser antioxidante y proteger las células de su degradación. 

    El ácido del lúpulo contiene un efecto antibiótico contra las bacterias logrando popularidad en su producción desde la Edad Media. Estos ácidos también son los responsables de agregar amargor a la bebida; un lúpulo de 20% de sus ácidos tiene la capacidad de brindar un sabor amargo que otro lúpulo con 5% de ácidos alfa. 

    Aproximadamente en el siglo XX, los lúpulos eran mayormente bajos de ácidos alfa y brindaban sabores herbales y olores florales, pero a mediados del mismo siglo las cantidades de ácidos alfa, los sabores y aromas más intensos comenzaron a volverse populares. 

   Existe una gran variedad de lúpulos para dar sabor, amargor o solo agregar aroma, con respecto al último los tipos de aromas son los herbales, cítricos, florales, terrosos, y otros más específicos como los de manzana y pera. 

   Por ejemplo para hacer IPAS o Pale Ales, se utilizan aquellos como el Cascade, Simcoe, Mosaic o Citra que cuentan con un ácido alfa que oscila entre el 8% y el 21%, lo que ayuda al amargor y el olor sea más penetrante. En el caso de los Lagee, los lúpulos deben contener un porcentaje de ácido alfa mucho menor porque en dicho tipo de cerveza no importa tanto su sabor. Los Saaz, Splat, Sterling, Tettnanger, Ultra y Vanguard ayudan a dar más aroma agregando un poco de sabor. Otro ejemplo sería las de Porter que utilizan lúpulos de doble propósito. 

    Cultivar el lúpulo es complicado pues depende de factores como las condiciones climáticas, y principalmente la cantidad de luz que reciba. Debido a dichos factores, las características de la cerveza serán diferentes. En el caso de las maltas es un ingrediente esencial, ya que sin sus propiedades la cerveza no tendría color, aroma y sabor. 

El Pilsner es la malta más suave de todas y le da un sabor que oscila entre lo dulce y granulado; se puede utilizar en muchos tipos de cerveza.

La Pale es muy parecida al Pilsner, pero su diferencia es que radica el tiempo de horneado dando un sabor parecido al pan.

La Vienna es más oscura que la Plae y su función en la cerveza es dar tonalidades de ámbar como las Bock u Oktoberfest.

La Munich que es el doble de oscura que la Vienna se utiliza en cervezas con un sabor más pesado que la Pilsner, Pale o Vienna y es muy elogiada por su sabor acaramelado. Así existen diversos tipos de maltas como la Caramel, Chocolate. Roasted Barley, Trigo, Centeno, Avena y la malta negra, etc.